Ingredientes:
- Manzana
- Azúcar moreno
- Vino blanco
- Aceite
- Morcilla
- Mantequilla
- Huevo
- Pasta Filo o Masa Brick
- Sésamo o Ajonjolí
Ya que estamos en Navidad, vamos a ponernos un poco las pilas. Hagamos algo más elaborado. Pues bien, en la foto lo tenéis.
Primero se pela la manzana y se corta en láminas finitas. Se pone en una sartén con el vino blanco y abundante azúcar moreno. Con esto se consigue manzana caramelizada. Cuando esté pochita, la dejamos apartada.
Segundo. Se coge una morcilla, se le quita la piel y se desmenuza con un cuchillo. Se echa a una sartén con un poco de aceite y se fríe. Se le va dando con la cuchara de madera para que siga desmenuzándose.
Cuando esté medio hecha la morcilla, se añade la manzana caramelizada, se sigue mareando todo, haciendo una pasta de todo.
Ahora toca la masa filo. Sacar una lámina y corta una tira de unos 5 o 6 cms de ancho. El resto dejarla bien tapada (con unos trapos por ejemplo) para que no se seque. Pintar la tira con mantequilla y añadir un par de cucharaditas del relleno en un extremo de la tira.
Empezar a doblar con cuidado, buscando siempre los extremos y/o triángulo opuesto, para así obtener un triángulo finalmente como aparece en la foto.
Batir un huevo y bañar el triángulo en él. Echarle un poco de ajonjolí por encima y poner al horno. Servir cuando se ponga doradito.
Evidentemente, este tipo de entrante permite multitud de rellenos, como por ejemplo: chorizo con cebolla, gambas al ajillo con queso cremoso, espinacas con pasas y queso roquefort, jamón york y queso, queso de cabra, etc... Si se quiere evitar que nos pregunten todo el rato por el contenido de cada uno de ellos, se le pueden añadir palillos de dientes pinchados con una pegatina identificativa del relleno que lleva.