Hierve agua en una cacerola, pon un poquito de mantequilla en el agua para que
se te peguen menos los macarrones. Echa un poquito de sal gorda y media
pastilla de avecrem para darle sabor.
Cuando el agua esté hirviendo, echa un par de vasos de macarrones.
Nota: Si quieres ahorrar energía, pon el agua ya caliente en la cacerola cuando
vayas a hervirla y utiliza una tapadera para que hierva más rápido.
Una vez están blanditos y blancos los sacamos escurriendo el agua.
Ahora en una sartén ponemos salchichas cortadas pequeñitas y champiñones de
lata en rodajas. Los freímos con un poco de aceite.
Cuando estén doraditos, echamos un brick de tomate frito. Añadimos un poco de
especias especiales traídas por mi hermana de su viaje a Roma (del mercado de
Campo de Fiori). Quien no tenga hermana ni tampoco especias italianas que apañe
un poquito de orégano, pimienta y sal y listo.
Se mezcla todo bien en la sartén y se añaden los macarrones. Se vuelve a
mezclar todo y listo! Un plato estupendo de macarrones con tomate!
Ah, se me olvidaba: servir con abundante queso rallado.
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